Yurrumendi es mi personaje barojiano favorito: marino viejo, fumador de pipa y hombre de una imaginación desbocada. Igual que Yurrumendi contaba sus aventuras y leyendas en el muelle de Lúzaro, este blog será un pequeño recopilatorio de anécdotas, personajes, hechos y objetos curiosos de toda Euskal Herria que han llamado mi atención.
Espero que os guste.
"Eustasio Yurrumendi había viajado mucho; pero era un hombre quimérico a quien sus fantasías turbaban la cabeza. Todos tenemos un conjunto de mentiras que nos sirven para abrigarnos de la frialdad y de la tristeza de la vida; pero Yurrumendi exageraba un poco el abrigo.
Era Yurrumendi un hombre enorme, con la espalda ancha, el abdomen abultado, las manos grandísimas, siempre metidas en los bolsillos de los pantalones, y los pantalones, a punto de caérsele, tan bajo se los ataba.
Tenía una hermosa cara noble, roja; el pelo blanco, patillas muy cortas y los ojos pequeños y brillantes. Vestía muy limpio; en verano, unos trajes de lienzo azul, que a fuerza de lavarlos estaban siempre desteñidos; y en invierno, una chaqueta de paño negro, fuerte, que debía de estar calafateada como una gabarra. Llevaba una gorra de punto con una borla en medio. Era soltero, vivía solo, con una patrona vieja; fumaba mucho en pipa, andaba tambaleándose y llevaba un anillo de oro en la oreja."
(Las inquietudes de Shanti Andia, Pío Baroja)
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