San Fermín, con una bota y un calcetín

Hemingway bota de vino
Hoy comienzan los mundialmente famosos encierros de sanfermines, aunque oficialmente las fiestas empezaron ayer, con el chupinazo. Como ya se han escrito ríos de tinta sobre cualquier tema relacionado con este tópico, me voy a centrar en un producto que me encanta y que tiene una larga tradición unida a los sanfermines: la bota de vino.

Denominada en euskera zahato, desde tiempo inmemoriales estuvo ligada al ámbito del pastoreo, aunque la bota siempre ha estado presente en toda la geografía española. Tradicionalmente tiene forma de gota o lágrima, y está fabricada en piel de cabra. El punto interesante lo pone el material que la impermeabiliza por dentro, la pez. Hay gente que cree que la pez es brea de petróleo, pero en realidad se trata de una brea vegetal que se extrae principalmente del pino o del enebro.

La bota ha caído en desuso durante las últimas décadas. Antes era impensable ir a un partido de fútbol, a los toros o de excursión sin una bota rellena de tintorro. Tristemente, hoy en día se ha impuesto la sosa e impersonal botella de plástico. Gracias a festejos como los sanfermines, podemos ver de nuevo este curioso objeto de vuelta en las calles, aunque solo sea por unos días.

Os dejo el enlace de la humilde y sencilla web de Las Tres Z.Z.Z., la marca de botas pamplonica por excelencia.

La paradoja de Iparralde

Bandera toro con ikurriña
Siempre me ha parecido curiosa la forma de entender "lo vasco" que tienen en Iparralde (el País Vasco francés), difícilmente comparable a la identidad que tenemos al otro lado de los Pirineos. Probablemente tenga que ver con la complejidad política que condiciona de forma muy diferente a España y Francia. En el país galo, por ejemplo, el territorio vasco no tiene ni siquiera una realidad política definida: forma parte del departamento de los Pirineos Atlánticos. También influye el hecho de que el sentimiento nacionalista-regionalista-independentista es en Francia prácticamente inexistente tal y como lo entendemos aquí (está casi exclusivamente relegado al ámbito corso).

Dicho esto, me parece divertido destacar algunos puntos sobre la peculiar forma de entender lo vasco que tienen nuestros vecinos del norte:
  • Ellos se ven como "gente del sur" (al fin y al cabo están al sur de su Estado), con todo lo que eso implica: sol, calor, vacaciones, gente festiva y extrovertida, hispanófilos... En la parte española es todo lo contrario: gente del norte, introvertidos y cerrados, mal tiempo... y se lleva más la hispanofobia.
  • Convivencia entre un típico sentimiento francés anti-independentista (o de absoluta indiferencia) con una extendida propaganda muy ligada al separatismo, como el acercamiento de presos o la amnistía.
  • Revasquización de nombres que ya tienen raíz vasca: Biarritz por Miarritze, Hasparren por Hazparne o Ustaritz por Ustaritze. Aquí se ha hecho sobre todo con nombres de clara raíz latina o castellana: Vitoria-Gasteiz, Mondragón-Arrasate, Villafranca-Ordizia...
  • Convivencia de símbolos vascos como la ikurriña con elementos asociados al españolismo, como el toro de osborne o las bailaoras.
  • Elección de la sangría como su bebida "nacional", siendo muy minoritarias la sidra y menos aún el txakoli.
  • Uso cotidiano de palabras españolas que están omnipresentes en su vocabulario: plancha (forma de cocinar), tapas, bodega, toros, corrida, fiesta...
  • Reivindicación de lo andaluz como parte de la idiosincracia vascofrancesa: toros (corridas, encierros, recortadores...), salves rocieras en sus fiestas de pueblo, trajes andaluces en épocas festivas, etc.
Como despedida, os dejo aquí un vídeo de Anne Etchegoyen, la cantante más popular de Iparralde, que resume bien esta (curiosa) identidad.