Ramuntcho: ¿encinas o robles?

Portada de Ramuntcho, edición francesa
Hace unos días me decidí por fin a leer el famosísimo (sobre todo en Francia) Ramuntcho, de Pierre Loti, traducido por un tal Manuel de Montoliu.

Algo sé de francés, así que desde el principio me llamó mucho la atención una errata que se repite a lo largo de todo el libro, creo que en más de 20 ocasiones. Es la incorrecta traducción del término francés Chêne por encina. Aquí, obviamente por el contexto del lugar donde transcurre la acción, Euskal Herria, el traductor debería haber puesto roble.

Incluso en un par de ocasiones, se lee que, siendo otoño, "el suelo estaba tapizado de hojas de las encinas", cuando (casi) todo el mundo sabe que la encina, aparte de ser un árbol más propio de otras latitudes, es de hoja perenne.

Esto sería una mera anécdota (sin dejar de ser un grave error por parte del traductor) si no fuera porque precisamente Loti, conociendo el profundo simbolismo del roble en Euskal Herria, el importantísimo Haritza, quiso hacer hincapié en esta especie, dándole un gran protagonismo en toda su novela. Protagonismo que, el traductor se ha cargado de un plumazo.

Por cierto, una novela muy recomendable. Quizá demasiado 'pintoresca' y abundante en estereotipos, pero amable, de fácil lectura y muy entretenida. En cualquier caso, yo me sigo quedando con el Zalacaín de Baroja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario